Las bolsas y las
compresas calientes son elementos terapéuticos muy utilizados popularmente, el
principal mecanismo de transferencia térmica es la conducción, aunque también
se produce algo de convección y de irradiación.
Las bolsas de calor
comercialmente disponibles están fabricadas normalmente de bentonita, un gel de
sílice hidrofílico cubierto con un tejido de lona. Se usa a bentonita porque
puede retener una gran cantidad de agua para una liberación eficaz de calor. Están
disponibles en varios tamaños y formas diseñadas para ajustarse a diferentes
zonas de cuerpo. Se almacenan en agua caliente a una temperatura constante de
entre 70-75 °C dentro de un armario de agua
controlada con un termostato.
La bolsa de calor
necesita inicialmente 2 otras para calentarse y 30 minutos para volverse a
calentarse entre uso y uso.
La duración de la aplicación
de una bolsa es de 20-30 minutos, no debiendo ser inferior, ya que solo la piel
tarda 8 minutos en alcanzar su máxima temperatura.
Las bolsas químicas están
constituidas por un contenedor flexible, en cuyo interior se encuentra un líquido
más o menos transparente que actúa como activador quimico.al presionarse se
produce una reacción química exotérmica, que, en aproximadamente en 5 minutos,
genera calor seco (máximo de 54 °C).
INDICACIONES
PARA LA APLICACIÓN DE BOLSAS Y COMPRESAS CALIENTES.
El método de bolsa o
compresa caliente se aplica regularmente:
- Para calmar un dolor.
- Para aliviar una
contractura.
- Reducción del espasmo
muscular.
- Relajación muscular,
facilita el estiramiento y flexibilidad del colágeno.
- Efecto analgésico en
puntos hipersensibles como en la fibromialgia o el síndrome miofacial.
- En general, son de
especial utilidad frente al abordaje del paciente con dolor crónico de origen
osteomioarticular.
EFECTOS
FISIOLOGICOS.
Metabolismo
celular.
El calor aumenta la
tasa de reacciones químicas endotérmicas, como el ritmo de las reacciones
biológicas enzimáticas. La tasa metabólica de los tejidos aumenta alrededor de
13 % por cada grado de incremento de la temperatura. Al mismo tiempo se produce
una mayor captación de oxígeno por parte de los tejidos, se eleva el consumo de
nutrientes, lo que contribuye con los procesos de reparación del daño hístico.
Si la temperatura es
alta durante un tiempo prolongado, las proteínas pueden desnaturalizarse;
aparecen polipéptidos, sustancias con actividad histamínica, y una respuesta
inflamatoria que puede ser leve o intensa. Por encima de los 45 ºC, se inicia
el daño hístico, la sensación se vuelve dolorosa y la intensidad del dolor se
incrementa, conforme aumenta la temperatura de la piel.
Vasodilatación.
El endotelio posee la
capacidad de producir el denominado factor relajante derivado del endotelio
(FRDE), sustancia que en la actualidad se ha identificado con el óxido nítrico,
responsable directo de la vasodilatación al actuar sobre la musculatura lisa
vascular y la contractilidad endotelial.
El calor puede producir
una moderada respuesta inflamatoria, al liberarse en la zona, mediadores del
tipo de la histamina y prostaglandina, que actuarían sobre los vasos de
resistencia. La acción de estos mediadores químicos provoca la dilatación de
los vasos de resistencia y un aumento en la permeabilidad capilar y poscapilar
venular, a causa de la modificación en la tonicidad del músculo liso y de la
contractilidad de la célula endotelial, respectivamente.
Aumento
de la circulación.
Se produce como consecuencia
de la vasodilatación y es un mecanismo homeostático de neutralización del
aumento de la temperatura de los tejidos para retornarlos a valores normales y
protegerlos de las quemaduras.
Un factor importante en la
activación de la circulación y del sudor como refrigerantes es el propio
aumento de temperatura de la sangre, que actúa en los centros reguladores del
hipotálamo. El calor también disminuye la viscosidad de la sangre.
El aumento del flujo sanguíneo
será le expresión final del efecto vasomotor producido por las aplicaciones
termoterápicas. Mejorando la nutrición y
oxigenación celular, el aumento de la reabsorción de productos patológicos,
acción analgésica y antiespasmódica, para logra una restauración tisular.
Elasticidad
de los tejidos.
La elevación de la temperatura aumenta la
elasticidad y viscosidad del tejido conjuntivo o fibroso, lo que facilita la
elongación y la corrección de adherencias y contracturas. El calor modifica las
propiedades elásticas y produce una extensibilidad mayor de los tejidos fibrosos
ricos en colágeno, como los que se encuentran en los tendones, en las cápsulas
articulares y en las cicatrices.
El calentamiento
también afecta la fibra gamma en el músculo; la disminución en la sensibilidad
al estiramiento del huso neuromuscular que esto provoca, así como los reflejos
desencadenados por los receptores de temperatura, pueden constituir la base
fisiológica para la relajación del espasmo muscular, observado clínicamente
luego de la aplicación de calor.
El incremento máximo en la
longitud se consigue cuando se mantiene la temperatura del tejido entre 40 °C y
45°C durante 5-10 minutos.
Contractibilidad
muscular.
Un musculo caliente se contrae
mejor, más rápidamente y con más fuerza. En parte, puede deberse a la mayor circulación
y aporte de oxígeno y nutrientes, pero también existe un factor de cambio
físico en las miofibrillas.
Aumento
en la velocidad de conducción.
Un incremento de la
temperatura hace aumentar la velocidad de conducción nerviosa, a la vez
disminuye la latencia de conducción de los nervios sensitivos y motores.
Aunque la velocidad de
conducción en nervios normales aumenta con el calor, los nervios periféricos
desmielinizados tratados con calor puede pueden sufrir bloqueo de la
conducción.
Analgesia.
Basados en los efectos locales
sobre los nervios, la vasodilatación y barrido de las sustancias alógenas, los
cambios en la permeabilidad celular y la mayor oxigenación. El aumento de la
temperatura cutánea disminuye directamente la sensación de dolor debido a los
cambios que se producen en la conducción nerviosa periférica y en el umbral del
dolor. La estimulación de los termo receptores puede modular la transmisión del
dolor a nivel medular según la teoría de la compuerta o liberación de
endorfinas.
Indirectamente, la analgesia
se produce con la mejoría de la reparación tisular, y la disminución de la
contractura muscular y la isquemia.
Finalmente, existe un efecto
psicológico de bienestar y relajación por el calor en la percepción de dolor.
CONTRAINDICACIONES.
Disminución
de la sensibilidad.
Una buena percepción de la
temperatura es imprescindible para que el paciente note signos de calentamiento
excesivo; por tanto, la termoterapia está contraindicada, o exige especiales
precauciones, en los casos de anestesia por lesiones nerviosas. Una práctica
aconsejable es explorar la sensibilidad cutánea con algodón y aguja antes del
primer tratamiento.
Hemorragia.
La vasodilatación que acompaña
a la aplicación de calor puede provocar una hemorragia en los casos de
traumatismo reciente. Como la vasodilatación puede causar la reapertura de una
lesión vascular, el aumento de flujo de sangre en una zona de hemorragia
reciente puede reiniciar o empeorar el sangrado.
En los traumatismos,
especialmente si hay hematoma o equimosis, no se debe aplicar calor en las
primeras 48 a 72 horas.
Isquemia
local.
Está contraindicado en
los tejidos con irrigación inadecuada.
El calor aumenta el
metabolismo de los tejidos y es necesario un mayor aporte sanguíneo para
soportarlo. En las artropatías obstructivas, en las que no existe la
posibilidad de un aumento de la circulación, la isquemia se agrava y se puede producir
lesiones tisulares con gangrena.
Inflamación
aguda o edema.
No aplicar en procesos
inflamatorios en fase muy aguda, ni durante procesos febriles.
Por vasodilatación y aumento
del metabolismo, agrava los síntomas de la inflamación, como el calor, el edema
y el dolor local.
Tumores.
No aplicar en zonas
donde existen procesos malignos, por la posibilidad de diseminación.
Las neoplasias, o incluso los
tumores benignos, pueden aumentar por el calor.
PRECAUSIONES.
Pacientes
desorientados, ancianos y niños de edad corta.
Por su menor capacidad de
apreciación del grado de calor y de comunicación.
Ulceras
y heridas abiertas.
Más que contraindicación del calor, el problema está en la
posibilidad de que se produzca una infección en otros pacientes en caso de
contacto directo de los packs o el cabezal del ultrasonido, o la inclusión de
cuerpos extraños, como en el baño de parafina.
Cicatrices
grandes, injertos.
Por deficiente irrigación y
poca tolerancia.
Embarazo
y menstruación.
La posibilidad de lesiones fetales
por hipertermia materna, es mejor evitar los baños muy calientes con u aumento
temporal de temperatura corporal, pero si se puede aplicar termoterapia en las
extremidades.
En la menstruación la
vasodilatación generalizada o abdominal puede aumentar la perdida sanguínea.
Presencia
de metal en la zona.
El metal tiene una
conductividad térmica más alta y un calor especifico mayor que los tejidos
corporales y, por tanto, se calienta mucho al aplicar modalidades de
calentamiento por conducción. Por esta razón se deben de retirar todas las
alhajas antes de aplicar las modalidades de calentamiento superficial.
Insuficiencia
cardiaca.
El calor puede causa
vasodilatación local y generalizada, que puede contribuir a un aumento de la
demanda cardiaca. Los pacientes con insuficiencia cardíaca no toleran muy bien
este cambio, por lo que hay que monitorizarlos si se les aplica calor,
especialmente si se hace sobre una zona extensa.
PROCEDIMIENTO.
- Retirar la ropa y las
alhajas de la zona a tratar e inspeccionar.
- Envolver la compresa en
6 a 8 caspas de toallas secas. Las bolsas dentro de su envoltura, debe cubrir
la totalidad de la zona de tratamiento.
- Aplicar la compresa
sobre la zona de tratamiento y asegurarla bien. Hay que tener cuidado en no
ejercer mucha presión sobre la compresa, pues se reduce la acción aislante de
las toallas o forros.
- Después de 5 minutos,
comprobar cómo se siente e inspeccionar la zona de tratamiento para ver si hay
enrojecimiento excesivo, ampollas u otros signos de quemadura. Suspende la
terapia si hay signos de quemaduras.
- Después de 15 o 20
minutos, retirar la compresa e inspeccionar la zona de tratamiento.