viernes, 3 de agosto de 2018

BAÑOS DE CONTRASTE.


Consiste en la inmersión breve y sucesivamente alternate de una extremidad en un baño de agua fría y otro de agua caliente.

Hay dispositivos para el tratamiento de manos y de pies, con las dos cubetas de agua fria a 15-20 °C y con otra de agua caliente a 38-45 °C.
Sumergir la la zona atratar en agua caliente durante 3-4 minutos; despues en agua fria durante 1 minutos.
Repetir esta secuencia 5-6 veces para que el tiempo de tratamiento total sea de 25-30 minutos.
Una vez completado el tratamiento, secar la zona rápido.

Indicado y aplicado en casos de edema crónico, traumatismos y tendinitis en fase subaguda, Síndrome Doloroso Regional Complejo, procesos vasculares periféricos moderados y con componente espasmódico, como en la enfermedad de Raynaud, pero se considera  contraindicado en las arteriopatias obstructivas y la insuficiencia venosa.





miércoles, 18 de julio de 2018

PARAFINA.


Para su aplicación, la parafina se calienta en equipos especiales, y fuera de estos se solidifica rápidamente. La temperatura de fusión de trabajo es de 45 a 52 °C, pera para determinadas aplicaciones con poca tolerancia cutánea puede ser necesario bajarla a 42 °C. pese a la elevada temperatura del baño, el bajo calor especifico de la parafina y la protección que ofrece las sucesivas capas solidificadas hace que se tolere bien, incluso mejor que el baño de agua a la misma temperatura.
Los baños necesitan una continua revisión para evitar que se contaminen. Los termostatos y temporizadores pueden fallar o dañarse, y necesitan revisarse y calibrarse de forma regular. El baño debe ser periódicamente limpiado y esterilizado siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Por razones de higiene, teniendo en cuenta que se va a aplicar a otros pacientes, y para eliminar suciedad y grasa, conviene lavar previamente la mano, el pie o la zona a tratar con agua y jabón.
Se han de retirar anillos y brazaletes.





MÉTODOS DE APLICACIÓN.
Inmersión repetida.
Se sumerge la mano o el pie, con los dedos separados, en inmersiones breves, de segundos, repitiendo la operación entre seis y diez veces. Asi se va formando las capas de un guante o calcetín de parafina.
Durante o después de las inmersiones, el paciente no debe de mover los dedos, ya que se producirán grietas en la capa de parafina por lo que entraría nueva parafina caliente, provocando una sensación desagradable en la sensible piel periarticular.
Al terminar las inmersiones se envuelve la mano o el pie cubierto con las capas de parafina con una tela y y un pastico, y se mantiene entre 15 y 30 minutos.
Terminando el tratamiento se lava la mano o el pie con agua y jabón, y se da un suave masaje con crema hidratante.
Inmersión mantenida.
Una vez formado tres o cuatro capas por inmersiones repetidas, se deja la mano o el pie sumergido en la parafina durante 15- 20 minutos. Las capas solidificadas protegen de un calentamiento excesivo, pero no siempre se tolera y hay posibilidad de que se produzca un edema.
Con este método se consigue un efecto más intenso que con la inmersión repetida.
Pincelación. 
Se aplica las sucesivas capas con un pincel ancho en las regiones que no se pueden sumergir, como la rodilla, el hombro y la espalda.
Se aplica de 5 a 10 capas sucesivas. Es conveniente que cada nueva capa no exceda la superficie de la anterior para evitar la sensación de calor excesivo en el borde superado.
Se termina cubriendo la zona con un plástico y una toalla o manta durante 20 minutos.


INDICACIONES.
Es el método de termoterapia superficial de elección para el tratamiento de reumatismo y secuelas traumáticas de la mano y pie. También se utiliza frente a contracturas y rigideces articulares localizadas en las manos y pies.
Las contracturas se producen por un acortamiento de los tejidos articulares o peroarticulares, por el engrosamiento de la sinovial debido a una afección reumática o por tensión de los ligamentos y las capsulas articulares a causa de alguna enfermedad articular degenerativa.
La rigidez articular matutina o tras reposo, características de la artritis reumatoide, puede ceder con la aplicación de parafina.
Sin embargo, la existencia de sinovitis aguda o subaguda contraindica el calentamiento directo de la articulación.
No se debe de aplicar en heridas o ulceras cutáneas, tanto por el peligro de infección como de inclusión de la parafina en el tejido de granulación. 





EFECTOS FISIOLOGICOS.

Analgesia.
 Basados en los efectos locales sobre los nervios, la vasodilatación y barrido de las sustancias alógenas, los cambios en la permeabilidad celular y la mayor oxigenación. El aumento de la temperatura cutánea disminuye directamente la sensación de dolor debido a los cambios que se producen en la conducción nerviosa periférica y en el umbral del dolor. La estimulación de los termo receptores puede modular la transmisión del dolor a nivel medular según la teoría de la compuerta o liberación de endorfinas.
Indirectamente, la analgesia se produce con la mejoría de la reparación tisular, y la disminución de la contractura muscular y la isquemia.
Finalmente, existe un efecto psicológico de bienestar y relajación por el calor en la percepción de dolor.
Elasticidad de los tejidos.
 La elevación de la temperatura aumenta la elasticidad y viscosidad del tejido conjuntivo o fibroso, lo que facilita la elongación y la corrección de adherencias y contracturas. El calor modifica las propiedades elásticas y produce una extensibilidad mayor de los tejidos fibrosos ricos en colágeno, como los que se encuentran en los tendones, en las cápsulas articulares y en las cicatrices.
El calentamiento también afecta la fibra gamma en el músculo; la disminución en la sensibilidad al estiramiento del huso neuromuscular que esto provoca, así como los reflejos desencadenados por los receptores de temperatura, pueden constituir la base fisiológica para la relajación del espasmo muscular, observado clínicamente luego de la aplicación de calor.
El incremento máximo en la longitud se consigue cuando se mantiene la temperatura del tejido entre 40 °C y 45°C durante 5-10 minutos. 
Aumento de la circulación.
Se produce como consecuencia de la vasodilatación y es un mecanismo homeostático de neutralización del aumento de la temperatura de los tejidos para retornarlos a valores normales y protegerlos de las quemaduras.
Un factor importante en la activación de la circulación y del sudor como refrigerantes es el propio aumento de temperatura de la sangre, que actúa en los centros reguladores del hipotálamo. El calor también disminuye la viscosidad de la sangre.
El aumento del flujo sanguíneo será le expresión final del efecto vasomotor producido por las aplicaciones termoterápicas.  Mejorando la nutrición y oxigenación celular, el aumento de la reabsorción de productos patológicos, acción analgésica y antiespasmódica, para logra una restauración tisular.



CONTRAINDICACIONES.

Disminución de la sensibilidad.
Una buena percepción de la temperatura es imprescindible para que el paciente note signos de calentamiento excesivo; por tanto, la termoterapia está contraindicada, o exige especiales precauciones, en los casos de anestesia por lesiones nerviosas. Una práctica aconsejable es explorar la sensibilidad cutánea con algodón y aguja antes del primer tratamiento.
Isquemia local.
Está contraindicado en los tejidos con irrigación inadecuada.
El calor aumenta el metabolismo de los tejidos y es necesario un mayor aporte sanguíneo para soportarlo. En las artropatías obstructivas, en las que no existe la posibilidad de un aumento de la circulación, la isquemia se agrava y se puede producir lesiones tisulares con gangrena.
Inflamación aguda o edema.
No aplicar en procesos inflamatorios en fase muy aguda, ni durante procesos febriles.
Por vasodilatación y aumento del metabolismo, agrava los síntomas de la inflamación, como el calor, el edema y el dolor local.



PRECAUSIONES.

Pacientes desorientados, ancianos y niños de edad corta.
Por su menor capacidad de apreciación del grado de calor y de comunicación.
Ulceras y heridas abiertas.
Más que contraindicación del calor, el problema está en la posibilidad de que se produzca una infección en otros pacientes en caso de contacto directo de los packs o el cabezal del ultrasonido, o la inclusión de cuerpos extraños, como en el baño de parafina.
Cicatrices grandes, injertos.
Por deficiente irrigación y poca tolerancia.
Presencia de metal en la zona.
El metal tiene una conductividad térmica más alta y un calor especifico mayor que los tejidos corporales y, por tanto, se calienta mucho al aplicar modalidades de calentamiento por conducción. Por esta razón se deben de retirar todas las alhajas antes de aplicar las modalidades de calentamiento superficial.



COMPRESA CALIENTE.



Las bolsas y las compresas calientes son elementos terapéuticos muy utilizados popularmente, el principal mecanismo de transferencia térmica es la conducción, aunque también se produce algo de convección y de irradiación.
Las bolsas de calor comercialmente disponibles están fabricadas normalmente de bentonita, un gel de sílice hidrofílico cubierto con un tejido de lona. Se usa a bentonita porque puede retener una gran cantidad de agua para una liberación eficaz de calor. Están disponibles en varios tamaños y formas diseñadas para ajustarse a diferentes zonas de cuerpo. Se almacenan en agua caliente a una temperatura constante de entre 70-75 °C dentro de un armario de agua controlada con un termostato.
La bolsa de calor necesita inicialmente 2 otras para calentarse y 30 minutos para volverse a calentarse entre uso y uso.
La duración de la aplicación de una bolsa es de 20-30 minutos, no debiendo ser inferior, ya que solo la piel tarda 8 minutos en alcanzar su máxima temperatura.  

Las bolsas químicas están constituidas por un contenedor flexible, en cuyo interior se encuentra un líquido más o menos transparente que actúa como activador quimico.al presionarse se produce una reacción química exotérmica, que, en aproximadamente en 5 minutos, genera calor seco (máximo de 54 °C).





INDICACIONES PARA LA APLICACIÓN DE BOLSAS Y COMPRESAS CALIENTES.

El método de bolsa o compresa caliente se aplica regularmente:

  • Para calmar un dolor.
  • Para aliviar una contractura.
  • Reducción del espasmo muscular.
  • Relajación muscular, facilita el estiramiento y flexibilidad del colágeno.
  • Efecto analgésico en puntos hipersensibles como en la fibromialgia o el síndrome miofacial. 
  • En general, son de especial utilidad frente al abordaje del paciente con dolor crónico de origen osteomioarticular.



EFECTOS FISIOLOGICOS.

Metabolismo celular.
El calor aumenta la tasa de reacciones químicas endotérmicas, como el ritmo de las reacciones biológicas enzimáticas. La tasa metabólica de los tejidos aumenta alrededor de 13 % por cada grado de incremento de la temperatura. Al mismo tiempo se produce una mayor captación de oxígeno por parte de los tejidos, se eleva el consumo de nutrientes, lo que contribuye con los procesos de reparación del daño hístico.
Si la temperatura es alta durante un tiempo prolongado, las proteínas pueden desnaturalizarse; aparecen polipéptidos, sustancias con actividad histamínica, y una respuesta inflamatoria que puede ser leve o intensa. Por encima de los 45 ºC, se inicia el daño hístico, la sensación se vuelve dolorosa y la intensidad del dolor se incrementa, conforme aumenta la temperatura de la piel. 
Vasodilatación.
El endotelio posee la capacidad de producir el denominado factor relajante derivado del endotelio (FRDE), sustancia que en la actualidad se ha identificado con el óxido nítrico, responsable directo de la vasodilatación al actuar sobre la musculatura lisa vascular y la contractilidad endotelial.
El calor puede producir una moderada respuesta inflamatoria, al liberarse en la zona, mediadores del tipo de la histamina y prostaglandina, que actuarían sobre los vasos de resistencia. La acción de estos mediadores químicos provoca la dilatación de los vasos de resistencia y un aumento en la permeabilidad capilar y poscapilar venular, a causa de la modificación en la tonicidad del músculo liso y de la contractilidad de la célula endotelial, respectivamente. 
Aumento de la circulación.
Se produce como consecuencia de la vasodilatación y es un mecanismo homeostático de neutralización del aumento de la temperatura de los tejidos para retornarlos a valores normales y protegerlos de las quemaduras.
Un factor importante en la activación de la circulación y del sudor como refrigerantes es el propio aumento de temperatura de la sangre, que actúa en los centros reguladores del hipotálamo. El calor también disminuye la viscosidad de la sangre.
El aumento del flujo sanguíneo será le expresión final del efecto vasomotor producido por las aplicaciones termoterápicas.  Mejorando la nutrición y oxigenación celular, el aumento de la reabsorción de productos patológicos, acción analgésica y antiespasmódica, para logra una restauración tisular. 
Elasticidad de los tejidos.
 La elevación de la temperatura aumenta la elasticidad y viscosidad del tejido conjuntivo o fibroso, lo que facilita la elongación y la corrección de adherencias y contracturas. El calor modifica las propiedades elásticas y produce una extensibilidad mayor de los tejidos fibrosos ricos en colágeno, como los que se encuentran en los tendones, en las cápsulas articulares y en las cicatrices.
El calentamiento también afecta la fibra gamma en el músculo; la disminución en la sensibilidad al estiramiento del huso neuromuscular que esto provoca, así como los reflejos desencadenados por los receptores de temperatura, pueden constituir la base fisiológica para la relajación del espasmo muscular, observado clínicamente luego de la aplicación de calor.
El incremento máximo en la longitud se consigue cuando se mantiene la temperatura del tejido entre 40 °C y 45°C durante 5-10 minutos. 
Contractibilidad muscular.
Un musculo caliente se contrae mejor, más rápidamente y con más fuerza. En parte, puede deberse a la mayor circulación y aporte de oxígeno y nutrientes, pero también existe un factor de cambio físico en las miofibrillas.
Aumento en la velocidad de conducción.
Un incremento de la temperatura hace aumentar la velocidad de conducción nerviosa, a la vez disminuye la latencia de conducción de los nervios sensitivos y motores.
Aunque la velocidad de conducción en nervios normales aumenta con el calor, los nervios periféricos desmielinizados tratados con calor puede pueden sufrir bloqueo de la conducción.
Analgesia.
 Basados en los efectos locales sobre los nervios, la vasodilatación y barrido de las sustancias alógenas, los cambios en la permeabilidad celular y la mayor oxigenación. El aumento de la temperatura cutánea disminuye directamente la sensación de dolor debido a los cambios que se producen en la conducción nerviosa periférica y en el umbral del dolor. La estimulación de los termo receptores puede modular la transmisión del dolor a nivel medular según la teoría de la compuerta o liberación de endorfinas.
Indirectamente, la analgesia se produce con la mejoría de la reparación tisular, y la disminución de la contractura muscular y la isquemia.
Finalmente, existe un efecto psicológico de bienestar y relajación por el calor en la percepción de dolor.




CONTRAINDICACIONES.

Disminución de la sensibilidad.
Una buena percepción de la temperatura es imprescindible para que el paciente note signos de calentamiento excesivo; por tanto, la termoterapia está contraindicada, o exige especiales precauciones, en los casos de anestesia por lesiones nerviosas. Una práctica aconsejable es explorar la sensibilidad cutánea con algodón y aguja antes del primer tratamiento.
Hemorragia.
La vasodilatación que acompaña a la aplicación de calor puede provocar una hemorragia en los casos de traumatismo reciente. Como la vasodilatación puede causar la reapertura de una lesión vascular, el aumento de flujo de sangre en una zona de hemorragia reciente puede reiniciar o empeorar el sangrado.
En los traumatismos, especialmente si hay hematoma o equimosis, no se debe aplicar calor en las primeras 48 a 72 horas.
Isquemia local.
Está contraindicado en los tejidos con irrigación inadecuada.
El calor aumenta el metabolismo de los tejidos y es necesario un mayor aporte sanguíneo para soportarlo. En las artropatías obstructivas, en las que no existe la posibilidad de un aumento de la circulación, la isquemia se agrava y se puede producir lesiones tisulares con gangrena.
Inflamación aguda o edema.
No aplicar en procesos inflamatorios en fase muy aguda, ni durante procesos febriles.
Por vasodilatación y aumento del metabolismo, agrava los síntomas de la inflamación, como el calor, el edema y el dolor local.
Tumores.
No aplicar en zonas donde existen procesos malignos, por la posibilidad de diseminación.
Las neoplasias, o incluso los tumores benignos, pueden aumentar por el calor.




PRECAUSIONES.

Pacientes desorientados, ancianos y niños de edad corta.
Por su menor capacidad de apreciación del grado de calor y de comunicación.
Ulceras y heridas abiertas.
Más que contraindicación del calor, el problema está en la posibilidad de que se produzca una infección en otros pacientes en caso de contacto directo de los packs o el cabezal del ultrasonido, o la inclusión de cuerpos extraños, como en el baño de parafina.
Cicatrices grandes, injertos.
Por deficiente irrigación y poca tolerancia.
Embarazo y menstruación.
La posibilidad de lesiones fetales por hipertermia materna, es mejor evitar los baños muy calientes con u aumento temporal de temperatura corporal, pero si se puede aplicar termoterapia en las extremidades.
En la menstruación la vasodilatación generalizada o abdominal puede aumentar la perdida sanguínea.
Presencia de metal en la zona.
El metal tiene una conductividad térmica más alta y un calor especifico mayor que los tejidos corporales y, por tanto, se calienta mucho al aplicar modalidades de calentamiento por conducción. Por esta razón se deben de retirar todas las alhajas antes de aplicar las modalidades de calentamiento superficial.
Insuficiencia cardiaca.
El calor puede causa vasodilatación local y generalizada, que puede contribuir a un aumento de la demanda cardiaca. Los pacientes con insuficiencia cardíaca no toleran muy bien este cambio, por lo que hay que monitorizarlos si se les aplica calor, especialmente si se hace sobre una zona extensa.




PROCEDIMIENTO.

  • Retirar la ropa y las alhajas de la zona a tratar e inspeccionar.
  • Envolver la compresa en 6 a 8 caspas de toallas secas. Las bolsas dentro de su envoltura, debe cubrir la totalidad de la zona de tratamiento.
  • Aplicar la compresa sobre la zona de tratamiento y asegurarla bien. Hay que tener cuidado en no ejercer mucha presión sobre la compresa, pues se reduce la acción aislante de las toallas o forros.
  • Después de 5 minutos, comprobar cómo se siente e inspeccionar la zona de tratamiento para ver si hay enrojecimiento excesivo, ampollas u otros signos de quemadura. Suspende la terapia si hay signos de quemaduras.
  • Después de 15 o 20 minutos, retirar la compresa e inspeccionar la zona de tratamiento.


viernes, 13 de julio de 2018

ULTRASONIDO TERAPÉUTICO.


Los seres humanos pueden oír sonidos con una frecuencia de entre 16 y 20000 HZ; a los sonidos con una frecuencia por encima de estos imites se les denomina ultrasonido. 
Son ondas sonoras de alta frecuencia, desde 800,000 a 3,000,000 de HZ (0.8 a 3 MHZ), producidas por un cabeza vibratorio que se aplica sobre la piel, a través del cual entran en el organismo. 
La emisión del ultrasonido se basa en el llamado efecto piezoeléctrico inverso. Descubierto por los hermanos Curié (1880), el efecto piezoeléctrico consiste en la propiedad que tienen algunos cristales (dieléctricos cristalinos) de cargarse eléctricamente, cuando son sometidos a compresiones o tracciones mecánicas perpendiculares a su eje principal de simetría. Dentro de estos cristales se encuentran, el cuarzo, el titanato de plomo-circonato (PZT), titanato de bario, entre otros.


CAMPO CERCANO O ZONA DE FRESNEL.
En esta zona se producen fenómenos de interferencia derivados de la reflexión, sobre todo en los límites de transición de un tipo de tejido a otro (diferente impedancia acústica específica para cada tejido). Por este motivo, puede elevarse la intensidad en estas áreas de interferencia; en esta zona de campo cercano se constatan los mayores efectos biológicos de los ultrasonidos.
CAMPO DISTANTE O ZONA DE FRAUNHOFER.
Donde se presenta un haz mucho más uniforme con ausencia de interferencia y donde disminuye significativamente la intensidad.

BNR.
El haz que se produce con el ultrasonido no es homogéneo, por lo que aparece un fenómeno de interferencia dentro del propio haz, que puede producir picos de intensidad 10 veces superiores a los calculados previamente (en ocasiones 30 veces más alto). Este comportamiento no homogéneo del haz se expresa por el coeficiente de no uniformidad del haz (beam non uniformity ratio: BNR).
La manera de evitar estos ascensos de intensidad por interferencia es mantener en constante movimiento el cabezal. De esta forma se distribuye adecuadamente la energía ultrasónica. 

UTRASONIDO CONTINUO.
Liberación continua de ultrasonido a lo largo del periodo de tratamiento. 

 ULTRASONIDO PULSÁTIL.
Liberación intermitente de ultrasonido durante el periodo de tratamiento. La liberación de ultrasonido se realiza en pulsos de encendido y apagado. El usado de ultrasonido reduce al mínimo sus efectos térmicos.

PARÁMETROS DE TRATAMIENTO. 

·       Frecuencia.
La diferencia fundamental entre e ultrasonido de 1 y 3 MHZ consiste en que la frecuencia de 1 MHZ posee mayor poder de penetración en os tejidos vivos, mientras que la de 3 MHZ es más superficial.
 La frecuencia de 1 MHz desarrolla un menor coeficiente de absorción, por lo que se tendrá mayor posibilidad de penetración, e históricamente se preconiza cuando se tratan lesiones más profundas.
 La frecuencia de 3 MHz se absorbe mejor y, por lo tanto, se aprovecha en los tejidos más superficiales sin poder avanzar mucho en profundidad; pero es interesante aclarar que, debido a su más rápida absorción, logra aumentos de temperatura 3 veces más rápido que la de 1 MHz. De este modo, la frecuencia de 3 MHz es ideal para tratar estructuras peri o intraarticulares de ubicación superficial, así como el edema y las tradicionales lesiones de piel.

·       Modo de emisión: pulsado-continuo.
En el caso del modo pulsado, debe especificarse el porcentaje de ocupación del ciclo o duty cicle, que se refiere a la relación entre tiempo de impulso o irradiación, y el tiempo de reposo, dentro de un mismo ciclo de emisión. Cuando se Tiene un duty cicle de 1:5, es lo mismo que decir pulsado al 20 %; significa que, por cada 10 s de ciclo, se tendrá 2 s de emisión, y 8 s de pausa. Mientras más tiempo de reposo tiene el ciclo, se refiere a que la técnica empleada es más pulsada y, por ende, se tendrá menor efecto térmico y predominará el efecto mecánico.  El modo de emisión continuo garantiza los mayores efectos térmicos.

·       Área de radiación eficaz (ARE).
Área de transductor que radia energía.  Debido a que el cristal no vibra de manera uniforme, el ARE es siempre más pequeña que el área de transductor de tratamiento. Los cabezales de que se dispone generalmente son de 0,8 cmy de 5 cm2.

  
·      Tiempo.
Generalmente se fija entre 5 y 15 min. No se justifica aplicaciones de más de 15 min ni áreas de exposición mayores 100 cm2, para el cabezal de 5 cm2, en el método clásico de aplicación de ultrasonidos. Este es un método para tratar lesiones bien localizadas.

·       Intensidad o potencia de la aplicación.
Expresado en vatios por centímetro cuadrado W/cm2.   Para el modo de emisión continuo, el rango de seguridad terapéutica para la intensidad se establece generalmente entre 0,1 y 2 W/cm2.
En el caso del modo de emisión pulsado, el límite superior de intensidad se eleva a 3 W/cm2. Sobrepasar estos límites terapéuticos lleva a la posibilidad de generar daño hístico de variada magnitud.

·       Dosis.
Es la cantidad de energía recibida por cada cm2 de superficie tratada, expresada en J/CM2, se debe de mantener en un rango de entre 20 y 50 J/CM2.
La dosis media u optima es 30 J/CM2.



FORMULAS PARA CALCULAR TIEMPO Y DOSIS.














PROBLEMA UNO.
¿Cuánto tiempo es necesario para una sesión de ultrasonido continuo con las siguientes características?   
Potencia: 1.5 W/CM2.
Dosis: 30 J/CM2.                                          
Superficie:  100 CM2.
Superficie de cabezal (ARE): 5 CM2.


PROBLEMA DOS.
¿Cuánto tiempo es necesario para una sesión de ultrasonido pulsátil con las siguientes características?   
Ciclo de trabajo: 20 % 
Potencia: 1.5 W/CM2.
Dosis: 30 J/CM2.                                          
Superficie:  100 CM2.
Superficie de cabezal (ARE): 5 CM2.


PROBLEMA TRES.
¿Cuántos J/CM2 recibirá el paciente ante la siguiente aplicación de ultrasonido continuo?
Potencia: 1.5 W/CM2.
Superficie:  100 CM2.
Superficie de cabezal (ARE): 5 CM2.
Tiempo de tratamiento: 8 minutos.


PROBLEMA CUATRO.
¿Cuántos J/CM2 recibirá el paciente ante la siguiente aplicación de ultrasonido continuo?
Ciclo de trabajo: 50%
Potencia: 1.5 W/CM2.
Superficie:  60 CM2.
Superficie de cabezal (ARE): 5 CM2.
Tiempo de tratamiento: 8 minutos.


TÉCNICAS DE APLICACIÓN.

Dado que el aire es mal conductor de ultrasonido, es necesario usar un medio de contacto entre la superficie del cuerpo a tratar y el cabezal de tratamiento para poder transferir toda la energía del ultrasonido; para ello se recurrir a una sustancia gelatinosa que reúna las siguientes condiciones: 
Que sea estéril, si existe riesgo de infección.
Buen conductor de las ondas de ultrasonido.
Químicamente inerte.
Que no se transforme en grumos ni se reseque.
Que no irrite la piel.
Transparente.
Incapaz de causar manchas.                                                               

 El cabezal se deslizará de una forma lenta sobre la superficie objeto de tratamiento, y mantendrá en todo momento el contacto con la piel tratando de esquivar salientes óseos y con una suave presión. Es muy importante que esté en continuo movimiento, añadiendo gel en caso de que fuera necesario, para evitar la concentración e interferencia de ondas acústicas en los límites entre tejidos, lo que puede aumentar excesivamente la temperatura.
La atención es importante para evitar paradas o zonas no recomendadas, pudiendo causar un fuerte dolor neurálgico por acumulación excesiva de energía cinética que rompe os tejidos, dolor procedente de a rotura de fibras nerviosas.
El movimiento del cabezal evita una concentración de bandas de interferencia dentro del haz y mantener un BNR bajo.  


También podemos aplicarlos a través de agua, forma denominada subacuática, deslizando el cabeza a la distancia de 1 o 2 cm de miembro tratado, pero manteniendo la precaución de evitar burbujas de aire que se van depositando sobre la piel tratada, si en la modalidad subacuática se toca la piel de paciente, no ocurrirá nada en absoluto. 



Un tercer método consiste en interponer entre la piel y el cabeza una bolsa de látex con agua y sin burbujas de aire (por ejemplo, un guante de cirugía). El cabeza se mantiene también en movimiento y es soportado por la deformación del cojín de agua. Entre la bolsa de agua y a piel, así como entre a bolsa de agua y el cabeza, debemos aplicar gel conductor.  

EFECTOS TERAPEUTICOS.
La mayor parte de la influencia terapéutica del ultrasonido se deriva de dos efectos físicos: efecto mecánico y efecto térmico.
EFECTO MECÁNICO.
Genera compresión y expansión del tejido en la misma frecuencia del ultrasonido. Este fenómeno, perfectamente se puede interpretar como un tipo de “micromasaje”. El ultrasonido tiene una acción desgasificante, por reagrupar burbujas microscópicas, situación que puede dar lugar a los fenómenos de cavitación.
Su mecanismo de acción se vincula al efecto que las presiones mecánicas generan en la membrana celular, que se traduce en el aumento de la permeabilidad de esta a los iones de sodio y calcio (lo que se considera que acelera los procesos de curación de los tejidos). El aumento de calcio intracelular puede alterar la actividad enzimática de las células y estimular la síntesis y secreción de proteínas, incluyendo a los proteoglicanos, porque los iones calcio actúan como señales químicas sobre as células. La vasodilatación debido al aumento de liberación de óxido nítrico y el aumento resultante de flujo de sangre pueden favorecer aún más a cicatrización debido a un mayor aporte de nutrientes esenciales a la zona.
 El hecho que el ultrasonido pueda afectar a respuesta de los macrófagos explica en parte porque el ultrasonido es especialmente eficaz en la fase inflamatoria de la cicatrización.  Posee efectos sobre los nervios periféricos a nivel de la membrana neuronal, lo que ayuda a comprender el efecto analgésico; disminuye la velocidad de conducción de los nervios periféricos, por lo que se pueden producir bloqueos temporales. Se conoce que el tejido nervioso tiene una capacidad selectiva de absorción de la ultrasónica, las fibras tipo B y C son más sensibles que las de tipo A, de modo que se explica el efecto analgésico, con elevación del umbral de excitación de las aferencias nociceptivas.

EFECTO TÉRMICO.
El ultrasonido es el agente físico más efectivo para elevar la temperatura de una manera localizada y profunda, es la única fuente que puede calentar el interior de las articulaciones. El tratamiento con 1 ó 3 MHz, produce un aumento de temperatura que depende del tiempo y de la dosis. Como la frecuencia de 3 MHz se expone a una absorción 3 veces mayor que la de 1 MHz, entonces, con 3 MHz, la temperatura del tejido se eleva 3 veces más rápido. La ventaja principal frente a métodos térmicos no acústicos es que los tejidos con colágeno abundante, se calientan selectivamente mucho más rápido que la piel o el tejido graso. Dentro de estos tejidos ricos en colágeno se encuentran tendones, músculos, ligamentos, cápsulas articulares, meniscos, fascias musculares, raíces nerviosas, periostio y hueso cortical. La elevación de la temperatura, a la vez que incrementa la elasticidad y calidad del colágeno sintetizado, permite una mejor movilidad de la cicatriz o tejido reparado.  Se produce un aumento de circulación sanguínea en la zona tratada, debido al efecto térmico y por la liberación de sustancias vasodilatadoras. Como consecuencia del calor y de la agitación, se favorece la activación del metabolismo. Se produce un aumento de la permeabilidad de las membranas celulares, junto al estímulo circulatorio, favorece los intercambios celulares y la reabsorción de líquidos y desechos metabólicos.
El efecto de la temperatura logra la relajación del espasmo muscular y de la contractura refleja.  Sobre los tejidos superficiales, los ultrasonidos aumentan la permeabilidad y de elasticidad, lo que favorece la penetración de sustancias farmacológica mente activas.


CONTRAINDICACIONES.
La aplicación sobre los ojos (por la posibilidad de cavitación de los medios líquidos del ojo y provocar lesiones irreversibles).
La aplicación sobre el área del corazón.
Pacientes con marcapasos.
La aplicación sobre el útero grávido (por cavitación del líquido amniótico, la posibilidad de malformaciones por la hipertermia).
La aplicación sobre las placas epifisiarias en los huesos en crecimiento por la posibilidad de inducir un proceso de osteogénesis e interrumpir el crecimiento normal del hueso.
La aplicación sobre el cráneo por la posibilidad de influir sobre el cerebro.
La aplicación directa sobre los testículos por el daño que produce la hipertermia sobre las células germinativas.
Cuando hay pérdida de sensibilidad en la zona a tratar.
Cuando hay tromboflebitis y várices severas (por la posibilidad de embolismos).
Cuando hay infecciones con riesgos de diseminación.
En pacientes con diabetes mellitus no compensadas.
En la vecindad de tumores por la posibilidad de estimular o acelerar el crecimiento tumoral.
Contraindicado en los tejidos con irrigación inadecuada. Debido a que la elevación de la temperatura aumentará la demanda metabólica, sin que exista una respuesta vascular apropiada.

PRECAUSIONES.
Generalmente se produce un aumento de la temperatura mayor que 4 a 5 ºC que puede llegar a nivel de hasta 6 ó 7 cm de profundidad, lo cual es importante a tener en cuenta en pacientes con trastornos de la sensibilidad.
Inflamación aguda, debido a que el calor puede exacerbar la inflamación aguda, dando lugar al aumento del dolor y tumefacción, interfiriendo con la cicatrización y retraso de la recuperación funcional.
Se debe eliminar grasa cutánea y rasurar el área de tratamiento si es necesario, para facilitar el recorrido del cabezal por el área de tratamiento y favorecer el acople.
Se debe evitar la aplicación sobre los ganglios neurovegetativos, sobre todo evitar la estimulación vagal en la cara antero lateral del cuello.
Es importante evitar las superficies óseas cercanas al sitio de irradiación. En este sentido hay que tener en cuenta, que, por diferencia de impedancia, la reflexión es grande en el límite entre el tejido blando y el hueso. Si se pudiera utilizar el hueso como espejo y lograr que la irradiación reflejada en este volviera al tejido que es objeto del tratamiento, entonces en este caso sería útil la aplicación en las inmediaciones del hueso.