miércoles, 18 de julio de 2018

COMPRESA CALIENTE.



Las bolsas y las compresas calientes son elementos terapéuticos muy utilizados popularmente, el principal mecanismo de transferencia térmica es la conducción, aunque también se produce algo de convección y de irradiación.
Las bolsas de calor comercialmente disponibles están fabricadas normalmente de bentonita, un gel de sílice hidrofílico cubierto con un tejido de lona. Se usa a bentonita porque puede retener una gran cantidad de agua para una liberación eficaz de calor. Están disponibles en varios tamaños y formas diseñadas para ajustarse a diferentes zonas de cuerpo. Se almacenan en agua caliente a una temperatura constante de entre 70-75 °C dentro de un armario de agua controlada con un termostato.
La bolsa de calor necesita inicialmente 2 otras para calentarse y 30 minutos para volverse a calentarse entre uso y uso.
La duración de la aplicación de una bolsa es de 20-30 minutos, no debiendo ser inferior, ya que solo la piel tarda 8 minutos en alcanzar su máxima temperatura.  

Las bolsas químicas están constituidas por un contenedor flexible, en cuyo interior se encuentra un líquido más o menos transparente que actúa como activador quimico.al presionarse se produce una reacción química exotérmica, que, en aproximadamente en 5 minutos, genera calor seco (máximo de 54 °C).





INDICACIONES PARA LA APLICACIÓN DE BOLSAS Y COMPRESAS CALIENTES.

El método de bolsa o compresa caliente se aplica regularmente:

  • Para calmar un dolor.
  • Para aliviar una contractura.
  • Reducción del espasmo muscular.
  • Relajación muscular, facilita el estiramiento y flexibilidad del colágeno.
  • Efecto analgésico en puntos hipersensibles como en la fibromialgia o el síndrome miofacial. 
  • En general, son de especial utilidad frente al abordaje del paciente con dolor crónico de origen osteomioarticular.



EFECTOS FISIOLOGICOS.

Metabolismo celular.
El calor aumenta la tasa de reacciones químicas endotérmicas, como el ritmo de las reacciones biológicas enzimáticas. La tasa metabólica de los tejidos aumenta alrededor de 13 % por cada grado de incremento de la temperatura. Al mismo tiempo se produce una mayor captación de oxígeno por parte de los tejidos, se eleva el consumo de nutrientes, lo que contribuye con los procesos de reparación del daño hístico.
Si la temperatura es alta durante un tiempo prolongado, las proteínas pueden desnaturalizarse; aparecen polipéptidos, sustancias con actividad histamínica, y una respuesta inflamatoria que puede ser leve o intensa. Por encima de los 45 ºC, se inicia el daño hístico, la sensación se vuelve dolorosa y la intensidad del dolor se incrementa, conforme aumenta la temperatura de la piel. 
Vasodilatación.
El endotelio posee la capacidad de producir el denominado factor relajante derivado del endotelio (FRDE), sustancia que en la actualidad se ha identificado con el óxido nítrico, responsable directo de la vasodilatación al actuar sobre la musculatura lisa vascular y la contractilidad endotelial.
El calor puede producir una moderada respuesta inflamatoria, al liberarse en la zona, mediadores del tipo de la histamina y prostaglandina, que actuarían sobre los vasos de resistencia. La acción de estos mediadores químicos provoca la dilatación de los vasos de resistencia y un aumento en la permeabilidad capilar y poscapilar venular, a causa de la modificación en la tonicidad del músculo liso y de la contractilidad de la célula endotelial, respectivamente. 
Aumento de la circulación.
Se produce como consecuencia de la vasodilatación y es un mecanismo homeostático de neutralización del aumento de la temperatura de los tejidos para retornarlos a valores normales y protegerlos de las quemaduras.
Un factor importante en la activación de la circulación y del sudor como refrigerantes es el propio aumento de temperatura de la sangre, que actúa en los centros reguladores del hipotálamo. El calor también disminuye la viscosidad de la sangre.
El aumento del flujo sanguíneo será le expresión final del efecto vasomotor producido por las aplicaciones termoterápicas.  Mejorando la nutrición y oxigenación celular, el aumento de la reabsorción de productos patológicos, acción analgésica y antiespasmódica, para logra una restauración tisular. 
Elasticidad de los tejidos.
 La elevación de la temperatura aumenta la elasticidad y viscosidad del tejido conjuntivo o fibroso, lo que facilita la elongación y la corrección de adherencias y contracturas. El calor modifica las propiedades elásticas y produce una extensibilidad mayor de los tejidos fibrosos ricos en colágeno, como los que se encuentran en los tendones, en las cápsulas articulares y en las cicatrices.
El calentamiento también afecta la fibra gamma en el músculo; la disminución en la sensibilidad al estiramiento del huso neuromuscular que esto provoca, así como los reflejos desencadenados por los receptores de temperatura, pueden constituir la base fisiológica para la relajación del espasmo muscular, observado clínicamente luego de la aplicación de calor.
El incremento máximo en la longitud se consigue cuando se mantiene la temperatura del tejido entre 40 °C y 45°C durante 5-10 minutos. 
Contractibilidad muscular.
Un musculo caliente se contrae mejor, más rápidamente y con más fuerza. En parte, puede deberse a la mayor circulación y aporte de oxígeno y nutrientes, pero también existe un factor de cambio físico en las miofibrillas.
Aumento en la velocidad de conducción.
Un incremento de la temperatura hace aumentar la velocidad de conducción nerviosa, a la vez disminuye la latencia de conducción de los nervios sensitivos y motores.
Aunque la velocidad de conducción en nervios normales aumenta con el calor, los nervios periféricos desmielinizados tratados con calor puede pueden sufrir bloqueo de la conducción.
Analgesia.
 Basados en los efectos locales sobre los nervios, la vasodilatación y barrido de las sustancias alógenas, los cambios en la permeabilidad celular y la mayor oxigenación. El aumento de la temperatura cutánea disminuye directamente la sensación de dolor debido a los cambios que se producen en la conducción nerviosa periférica y en el umbral del dolor. La estimulación de los termo receptores puede modular la transmisión del dolor a nivel medular según la teoría de la compuerta o liberación de endorfinas.
Indirectamente, la analgesia se produce con la mejoría de la reparación tisular, y la disminución de la contractura muscular y la isquemia.
Finalmente, existe un efecto psicológico de bienestar y relajación por el calor en la percepción de dolor.




CONTRAINDICACIONES.

Disminución de la sensibilidad.
Una buena percepción de la temperatura es imprescindible para que el paciente note signos de calentamiento excesivo; por tanto, la termoterapia está contraindicada, o exige especiales precauciones, en los casos de anestesia por lesiones nerviosas. Una práctica aconsejable es explorar la sensibilidad cutánea con algodón y aguja antes del primer tratamiento.
Hemorragia.
La vasodilatación que acompaña a la aplicación de calor puede provocar una hemorragia en los casos de traumatismo reciente. Como la vasodilatación puede causar la reapertura de una lesión vascular, el aumento de flujo de sangre en una zona de hemorragia reciente puede reiniciar o empeorar el sangrado.
En los traumatismos, especialmente si hay hematoma o equimosis, no se debe aplicar calor en las primeras 48 a 72 horas.
Isquemia local.
Está contraindicado en los tejidos con irrigación inadecuada.
El calor aumenta el metabolismo de los tejidos y es necesario un mayor aporte sanguíneo para soportarlo. En las artropatías obstructivas, en las que no existe la posibilidad de un aumento de la circulación, la isquemia se agrava y se puede producir lesiones tisulares con gangrena.
Inflamación aguda o edema.
No aplicar en procesos inflamatorios en fase muy aguda, ni durante procesos febriles.
Por vasodilatación y aumento del metabolismo, agrava los síntomas de la inflamación, como el calor, el edema y el dolor local.
Tumores.
No aplicar en zonas donde existen procesos malignos, por la posibilidad de diseminación.
Las neoplasias, o incluso los tumores benignos, pueden aumentar por el calor.




PRECAUSIONES.

Pacientes desorientados, ancianos y niños de edad corta.
Por su menor capacidad de apreciación del grado de calor y de comunicación.
Ulceras y heridas abiertas.
Más que contraindicación del calor, el problema está en la posibilidad de que se produzca una infección en otros pacientes en caso de contacto directo de los packs o el cabezal del ultrasonido, o la inclusión de cuerpos extraños, como en el baño de parafina.
Cicatrices grandes, injertos.
Por deficiente irrigación y poca tolerancia.
Embarazo y menstruación.
La posibilidad de lesiones fetales por hipertermia materna, es mejor evitar los baños muy calientes con u aumento temporal de temperatura corporal, pero si se puede aplicar termoterapia en las extremidades.
En la menstruación la vasodilatación generalizada o abdominal puede aumentar la perdida sanguínea.
Presencia de metal en la zona.
El metal tiene una conductividad térmica más alta y un calor especifico mayor que los tejidos corporales y, por tanto, se calienta mucho al aplicar modalidades de calentamiento por conducción. Por esta razón se deben de retirar todas las alhajas antes de aplicar las modalidades de calentamiento superficial.
Insuficiencia cardiaca.
El calor puede causa vasodilatación local y generalizada, que puede contribuir a un aumento de la demanda cardiaca. Los pacientes con insuficiencia cardíaca no toleran muy bien este cambio, por lo que hay que monitorizarlos si se les aplica calor, especialmente si se hace sobre una zona extensa.




PROCEDIMIENTO.

  • Retirar la ropa y las alhajas de la zona a tratar e inspeccionar.
  • Envolver la compresa en 6 a 8 caspas de toallas secas. Las bolsas dentro de su envoltura, debe cubrir la totalidad de la zona de tratamiento.
  • Aplicar la compresa sobre la zona de tratamiento y asegurarla bien. Hay que tener cuidado en no ejercer mucha presión sobre la compresa, pues se reduce la acción aislante de las toallas o forros.
  • Después de 5 minutos, comprobar cómo se siente e inspeccionar la zona de tratamiento para ver si hay enrojecimiento excesivo, ampollas u otros signos de quemadura. Suspende la terapia si hay signos de quemaduras.
  • Después de 15 o 20 minutos, retirar la compresa e inspeccionar la zona de tratamiento.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario